sábado, 10 de diciembre de 2016

Saint Germain des Pres acogió las reliquias de San Vicente.

La iglesia y el monasterio de Saint Germain des Pres (San Germán de los Prados) se remontan, como la iglesia-catedral de Notre Dame y la iglesia colegial de Saint Germain l’Auxerrois, a las épocas más ancianas de la monarquía merovingia, es decir a la de Childeberto I. Este, en una expedición contra los visigodos, trajo de España como trofeos de su victoria las reliquias de la túnica y hueso de San Vicente desde Zaragoza, una cruz de oro y pedrería conquistada en Toledo y unos vasos que pertenecieron a Salomón. Por consejo de Saint Germain, Obispo de París, se construyeron una iglesia y monasterio para guardar estas reliquias y, el mismo día de la muerte de Childeberto en el año 558, Saint Germain dedicaba la nueva iglesia bajo el título “de la Santa Cruz y de San Vicente”, siendo allí mismo inhumado cuando murió en el año 596.  A pesar de ello, los parisinos pronto llamaron a la iglesia “de Saint Germain des Pres” por la gran influencia del santo y llegó a ser panteón de reyes, princesas y reinas de la dinastía merovingia. Pero en los primeros años del siglo XI los ataques normandos violaron y dispersaron estos sepulcros confinándolos a las cuevas de la abadía de Sant Denís. Esta abadía estaba rodeada por altas murallas a modo de verdadera fortificación y fueron mantenidas en el año 1368 por orden de Carlos V para protegerse en su guerra contra los ingleses y la atravesaba un pequeño canal que comunicaba con el río Sena. En el siglo XVI el perímetro intramuros de esta abadía fue desmantelado y las tierras que poseía se llenaron de construcciones privadas. Pese a ello, dos de sus antiguas puertas, la de Santa Margarita y la de Saint Benoit, se mantuvieron hasta el siglo XIX. Respecto al edificio decir que la planta de este venerable santuario es de cruz latina aunque sus transeptos son extremadamente cortos en relación con la longitud de la nave: 21 metros por 65 y 19 metros de alto. El coro ha mantenido intacto el estilo del siglo XII con una galería con capiteles que representan la más extraña variedad de cabezas humanas, de leones, de harpías, de follajes y de pájaros. En su interior existe una capilla con la tumba de un rey polaco y de una princesa de Escocia. En el transcurso de su última restauración la iglesia entera fue pintada con distintos colores y no tiene ni una sola de las viejas vidrieras que poseía. Por ello, al contrario que en otras iglesias, sus ventanas son atravesadas por luces blancas e incoloras. En el exterior la vieja iglesia se presenta con la entrada de un porche construido en el siglo XVII y presidido por una gran torre que con sus arcos romanos domina majestuosa esta zona de París. Anteriormente hubo otras dos torres que fueron destruidas en el año 1822 bajo el reinado de Luís XVIII y que no fueron reconstruidas por problemas de economía. Detrás del coro de la iglesia aparecía el palacio de la Abadía que fue construido en el año 1586 por el cardenal  Bourbon y donde se puede admirar su impresionante fachada. Hoy se halla ocupado por empresas privadas. El ala occidental del claustro acogía la biblioteca de Saint Germain que era la más considerable de París en aquel tiempo y cerca de él se elevaba la prisión de la abadía como testigo de las masacres de septiembre de 1792 en la revolución francesa. El mercado de Saint Germain reemplazó al célebre foro del mismo nombre por un decreto imperial que se ejecutó en el año 1818. Este tenía forma de cuadrilátero con un espacio central que ocupaba una fuente y que sirvió para acoger espectáculos de comedia, ópera y de otras clases. Como hemos dicho, todo este conjunto fue insigne protagonista del París histórico …